viernes, 16 de septiembre de 2016




                                       

            LA DESESPERACIÓN DE ELISA

Elisa ya tenía a un hijo fuerte y sano. Ella era algo hipocondríaca, y durande el embarazo de este niño se hacía ecogragrafías cuando le apetecía, pues tenía quién se las hiciese cuando quería.

A los seis años volvió a quedar embarazada, y la primera y sucesivas ecografías se las hizo solo cuando su ginecólogo estimó y dejó de hacerlas por su cuenta. Dejó la paranoia aparte. Tuvo una niña grande y preciosa.

A los dos meses de nacida, a Elisa le pareció su hija tenía las piernas torcidas, y en vez de ir al pediatra, se fué directa a su amiga para que le hiciese una radiografía. Su amiga vió algo raro y le preguntó: ¿ Le quitaste toda la ropa? Sí respondíó.  Su amiga le dijo, pues la voy a repetir, pues creo la mesa está sucia. Y así fué. 

A su amiga no le gustó lo que vió y llamó a otra amiga común que a los cinco minutos estaba allí. Tuvieron el mismo pronóstico. Elisa, que no era tonta, preguntó. Le dijeron que no era nada, pero su amiga quería su marido lo viera. Era médico.

Era un tumor muy malo.

Se movilizó todo, pues la familia estaba toda relacionada con diferentes médicos expertos. Y en dos días se prepararon los análisis y dos días más tarde la operaría un médico Cirujano Pediátrico experto también en transplantes. Aparte de ser intimo amigo de su Padre.

Lo único que pidió Elisa a su Padre fué que estuviese presente en el quirófano, a lo que accedió. Pero a última hora no quiso entrar. 

El médico jefe procedió a operar. Cuando vió lo que había allí, se negó a quitar nada. Que lo único que se podía hacer era quimioterapia. Por más que sus asistentes le decían: " Doctor, cortemos aquí para despegar, vamos por allá", el no transiguía. Que cerraba y quedaba en manos de Dios con lo que la quimio pudiese hacer.

En esto el Padre de Elisa decidió vestirse de verde y entrar. Cuando vió lo que vió, llegó a parecer un fantasma. Lo único que hizo fué mirar a su amigo a los ojos, se dió la vuelta y se fué del quirófano.

Entonces el Jefe dijo a sus asistentes, quitemos el tumor. Y así se hizo. 

Se analizó todo, y de ahí se decidió que también había que administrar quimioterapia. 

Y eso se hizo. Pero ahí no acaba el calvario de Elisa. Ha de hacer visitas al Oncólogo cada cierto tiempo. Eso la destrozaba, pues siempre eran los mismos y de vez en cuando faltaba uno. 

Ese no sobrevivió. Y así por cinco años con esas visitas y viendo que alguna vez faltaba alguien, no puedes quitarte de la mente " y si le toca a la nena " hasta que le dieron el alta y con la advertecia de que si aparecía algún síntoma regresara.

Esto ocurrió hace más de veinte y siete años. La Nena está muy bien, es alta y muy linda. Tiene un hijo de tres años.

No me voy a poner religiosa, " Pero los caminos del Señor son inescrutables " Él pone y Él quita." No conozco a nadie eterno sobre la faz de la tierra. 

Elisa y su familia fueron afortunados, otros tendrán que esperar con resignación y alegría. Porque a todos nos llegará el momento de reunirnos.

Para los que tenemos que esperar:

https://www.youtube.com/watch?v=5CRvpPrjlRU