

EL ARCOIRIS
El arcoris tiene varias formas de mostrarse. Hay días soleados en que se ve enterito. De un lado a otro con toda gama de colores.
En días nublados se vé a trocitos.
Vamos a hablar del enterito, que es más alegre y tiene un cuento que nos contaba Papi de pequeñitos.
Se decía que al final del arcoiris había un cofre lleno de oro. Pero solo había varias condiciones para poder verlo. Ser bueno, perseverante y tener fé. Si no, estabas ciego y aunque si lo estuviese a tus pies, no podrías tocarlo, verlo ni tenerlo.
¿Pero quien tiene todo eso?
Pues cuando salía el arcoiris, algún día Papi nos llevaba a la playa o al campo y teníamos que lograr encontrar donde empezaba. Y desde ahí empezaba la busqueda. Y después de horas (porque a un niño los minutos le parecen horas), ya empezabamos a cansar, pues lo que nos parecía el principio y que nos parecía que llegabamos, se movía no llegabamos y nos desesperaba. ¡ No ibamos a encontrar el principio!
Ya empezabamos a fallar, eramos buenos, sí, pero nos cansabamos. Pero aún así, decíamos, vamos a seguir Papi. Y seguíamos caminando. De vez en cuando aparecía una nube, que nos dispersaba la visión, pero entre unos y otros, alguno lograba divisarla y seguíamos.
¡Ah! Se me olvidó decirles que salíamos de casa preparados como si fuesemos a la guerra, Cantimplora, bocadillo y chocolate, para que nos diera energía. - Qué ilusos.
Ya, a la hora literálmente, nos faltaba la fé. Porque eso de caminar tanto y parecer que estabamos en el mismo sitio, aunque mirábamos hacia atrás y veíamos lo mucho que habíamos caminado, pero como que no convencía a seguir. No fuimos perseverantes.
Aún así nos pedíamos más esfuerzo. Pero nunca llegamos ni al principio, mucho menos al final para encontrar el cofre. Ibamos a ser "ricos", para poder comprar nuestras "chuches", pero nunca encontramos " el cofre ".
Amigos, todos sabemos que esto del cofre lleno de oro es puro cuento, si bien nos hacía ilusión de niños.
El Arcoiris es bello. Aunque es como la vida. Tiene sus días, y es según los ojos que lo miren.
Ese cofre no existe, pero aún de mayor me acuerdo de el, y de lo que hubiese hecho de haberlo encontrado. Y según el pensamiento de Platón, EXISTE, porque yo lo imagino.
Ese cofre es como la vida. Depende del cristal con lo que lo miramos y de lo que querramos creer.
Para mí, científicamente el cofre no existe, pero en las cosas en las que creo sí. En algún lugar estará ese cofre y llegará el día en que lo veré. A eso le llamo FE y no DESESPERAR. Algún día tendremos nuestra recompensa por creer.
La vida es para vivirla, aprovechando lo bueno y sorteando lo malo, porque no siempre es un camino de rosas, ni el cuento del Arcoiris. Aunque es bueno soñar, porque de todos los que tengamos, alguno se hace realidad. Tambien de ilusión se vive a veces para endulzarnos la vida.
https://www.youtube.com/watch?v=s-5nKwjQMvA
¡Que bonito!
ResponderEliminarRealidad mezclada con ficción.
TQIEYMQBC